Esclavitud moderna
La trata de personas es otra forma de describir la esclavitud moderna, aunque sin vínculos visibles. Se trata de cuando alguien se aprovecha de las esperanzas y los sueños de otra persona, obligándola a vivir una vida diferente a la que ha elegido.
Es un error común pensar que la prostitución es la única manifestación de la trata de personas y que solo las mujeres pueden ser víctimas de los tratantes. Algunos grupos están más expuestos que otros: los migrantes u otras personas en busca de una vida mejor, las personas en situación de pobreza o los drogadictos. Los niños y los jóvenes sin hogar también son víctimas más propensas de la trata de personas.
Cualquiera puede ser un agresor: alguien que se hace pasar por un amigo, un supervisor, un familiar o incluso una pareja. Una víctima de trata de personas no cree que esté siendo abusada y, por lo tanto, desconoce que lo es. El agresor seduce a la víctima mostrándole atención, cariño, amor, seguridad o prometiéndole un trabajo; todo para ganarse su confianza.