La servidumbre doméstica es una forma oculta de trata de personas
Una persona que acepta trabajar como empleada doméstica o ayudar en el cuidado de niños puede experimentar cambios rápidos en sus condiciones, incluso con un contrato firmado. Puede considerarse servidumbre doméstica si:
- Vives con una familia diferente a aquella para la que trabajas.
- No tienes tu propia habitación o espacio privado donde quedarte.
- Duermes en el mismo espacio que otros o en algún lugar que normalmente no se utiliza como dormitorio.
- Rara vez se le permite salir y nunca sin su supervisor.
- Tu familia anfitriona te amenaza, te insulta repetidamente o abusa de ti.
- No te pagan por tu trabajo.
- Tienes que trabajar muchas horas y que te paguen solo por una parte.











