Mayor probabilidad de ser víctima de violencia.
Las investigaciones demuestran que las personas mayores tienen más probabilidades de sufrir violencia que las personas jóvenes.
Una de las razones es que las personas mayores suelen experimentar un alto grado de aislamiento social. Este aislamiento puede utilizarse en su contra, sobre todo si el agresor es un cuidador o un familiar. Pueden temer o sentirse amenazadas con que, si denuncian a los agresores, su aislamiento aumentará.













