Saltar al contenido
Esta página se traduce automáticamente del inglés.

Reacciones normales de los niños al trauma

A los niños les puede resultar difícil procesar el trauma. No tienen las mismas capacidades ni la misma comprensión que los adultos.

Todos mostramos reacciones después de eventos difíciles, como violencia, muerte, accidentes y desastres naturales.

Los niños suelen sentir inseguridad e incertidumbre después de un trauma. Necesitan hablar con un adulto. Esta persona debe responder preguntas y conectar sus sentimientos con palabras.

Los adultos en la vida del niño necesitan brindarle intimidad y permitirle sentirse seguro.

Lea sobre lo que los adultos pueden hacer para ayudar a los niños después de un trauma.

¿Qué es el trauma?

El trauma es una fuerte reacción de estrés ante un evento inesperado. Este evento puede ser prácticamente cualquier cosa: accidentes, desastres naturales, violencia, muerte, asesinato, divorcio, infidelidad, etc.

Una persona puede sentir un trauma después de un evento incluso si no fue parte del mismo.

El solo hecho de darse cuenta de que algo puede suceder puede ser traumático para un niño.

Reacciones normales en los niños

Las reacciones de los niños ante traumas y eventos difíciles pueden variar. No hay que preocuparse de que surjan problemas a largo plazo en la mayoría de los casos.

Las reacciones se pueden clasificar en físicas, cognitivas, emocionales y conductuales.

Reacciones físicas:

  • Fatiga y poca energía, aunque el niño duerme lo suficiente.
  • Dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido.
  • Pesadillas o miedo a la oscuridad.
  • Dolor de cabeza, dolor de estómago o síntomas generales de gripe.
  • Pérdida de apetito.

Reacciones cognitivas:

  • Problemas de concentración y toma de decisiones.
  • Problemas con la memoria.
  • Se sienten confundidos.
  • Pensamientos constantes sobre el incidente y sus consecuencias.
  • Cambio de creencias religiosas o personales.

Reacciones emocionales:

  • Miedo y preocupación constantes.
  • Tristeza.
  • Cambios de humor como ira e irritabilidad, a menudo por poco o nada.
  • Grandes sentimientos de inseguridad, impotencia e impotencia.
  • Culpa.

Reacciones conductuales:

  • Aislamiento de otras personas.
  • Mayor uso de teléfonos, videojuegos o cosas que los distraen.
  • Síntomas de hiperactividad, delirio o entumecimiento.
  • Evitación, como evitar lugares y objetos que le recuerden el incidente.

Regresión

  • El niño retrocede en su desarrollo.
  • Reanudar conductas que hace tiempo habían cesado (como chuparse el dedo o mojar la cama).
  • Los niños que siempre estaban al aire libre con sus amigos están empezando a pasar más tiempo en casa (donde se sienten seguros).
  • Es importante recordar que los niños no intentan comportarse de manera infantil, pero son incapaces de controlarlo.

¿Cuándo necesitas ayuda profesional?

En la mayoría de los casos, la situación mejorará por sí sola si el niño recibe un buen apoyo de familiares y amigos. A veces, el niño necesita más ayuda. Si la reacción ha durado semanas o empeora con el tiempo, podría ser el momento de consultar con un especialista.

A continuación se muestran algunos ejemplos de cuándo es apropiado contactar a un profesional.

  • Un cambio a largo plazo en los hábitos de sueño y de alimentación, que puede haberse convertido en un trastorno alimentario.
  • Dolor de estómago crónico o dolores de cabeza que no tienen explicación médica.
  • Un cambio negativo en el rendimiento escolar.
  • Falta de interés en las actividades escolares y de ocio.
  • Cambios de humor frecuentes y extremos.
  • Tristeza crónica, depresión, ansiedad y miedo.
  • Ataques de pánico.
  • Cambios importantes de comportamiento.
  • Aumento de la agresión.
  • Mucha regresión en el desarrollo.
  • Hable sobre la autolesión, la muerte o la desesperanza.
  • Problemas con el alcohol o las drogas.
  • Conducta de riesgo (que pone en riesgo la vida del niño).

Hablar con un profesional no significa que el niño vaya a ser diagnosticado con un trastorno mental. No significa que vaya a tener problemas a largo plazo ni que los tutores le hayan fallado. Podemos solucionar muchos problemas de nuestra vida nosotros mismos, pero a veces necesitamos un especialista.

Hablar con una persona no relacionada con nosotros sobre acontecimientos o sentimientos difíciles es saludable y puede ayudarnos a comprenderlos mejor y verlos desde una perspectiva diferente.

Reacciones por edad

Edad infantil de 0 a 2 años

  • No tienen el vocabulario ni la capacidad para hablar de sus sentimientos.
  • Puede asociar sonidos, olores, objetos visuales u otras cosas con el evento.
  • Las reacciones normales son irritabilidad, llanto y necesidad de estar en los brazos de un adulto.
  • Los hechos podrían ocurrir mientras se desarrollan, posiblemente varios años después del incidente.

Edad preescolar 2-6 años

  • Puede sentirse impotente y sentir ansiedad y miedo.
  • Es posible que no comprenda que la pérdida puede ser permanente y que no espere que las cosas o las personas regresen.
  • Los eventos pueden aparecer mientras se desarrollan, como por ejemplo, repetirse el evento repetidamente.

Edad escolar 6-10 años

  • Pueden situar el acontecimiento en un contexto más amplio para que las emociones puedan volverse más complejas.
  • Las emociones normales son, por ejemplo, la ira (debido a que esto haya ocurrido) y la culpa (no haber podido evitarlo).
  • Están empezando a comprender que la pérdida puede ser permanente.
  • A menudo se obsesionan demasiado con el incidente. Esto puede afectar su concentración en la escuela.

Adolescentes de 11 a 18 años

  • Pueden tener una combinación de reacciones de adultos y niños.
  • Si los jóvenes sobreviven a una situación peligrosa, pueden considerarse inmortales y comenzar a correr riesgos con sus vidas.
  • El consumo de alcohol y drogas puede comenzar o aumentar.
  • La inseguridad y la ansiedad pueden hacer que el joven quiera quedarse en casa tanto como sea posible.

Descubre lo que puedes hacer

Recursos para adultos que desean ayudar a niños que han sufrido traumas.